lunes, 9 de abril de 2012

los que toman té
los que toman mate

Su cabeza estalla de luz
intenta apagar el incendio
con agua que junta del río

Hay un bloque y detrás está un nombre y algo que se engruda con él
caca de pájaro, pintura, no se distingue bien desde acá una cosa de otra.
Un viento helado anda maltratando papeles por la vereda. Veo un hueco,
es parte de aquel árbol sin lluvia encima. Hay una puerta grande y estoy sentada, cruza una canción, viene desde la ventanilla abierta de un coche momentáneamente abandonado.
Pienso en las cosas que sí voy a extrañar cuando esté fuera del mundo, en las que no.
En mi caso la vida no se reduce a permanecer en una mísera única circunsferencia,
o tal vez sí.
El cuerpo es anclaje y transporte.
Qué sentido tiene una vida fuera de los descubrimientos?
Me intriga el mundo, me intriga la vida
Hay que tener capacidad de entregarse a la intriga

El bicicletero
cita a Napoleón
Siempre sonríe.
No creo en su sonrisa,
sus buen humor.
Me habla de estados del tiempo,
me habla de campeonatos de fútbol,
de lo que dijo Napoleón.

El bicicletero esconde algo.
Una bronca extraordinaria,
misteriosa
de otro sistema (planeta)
Trabaja, sonríe, habla.
Hecha aire
en las ruedas de la bici
hasta que explotan,
con las manos
pide perdón
y se va
En el borde de los ojos, vos.
En el borde del sentido de las cosas y los nombres, voy.
El deterioro de lo cotidiano medido con reloj de pared.
La sensación de que un día se acabó para siempre.

Dos personas que se chocan con intención.
Una señora que juega al solitario en un ciber
Un proyecto ambicioso e impopular.

Un ovillo de lana como un objeto a idolatrar.
Un par de zapatillas nuevas, admirables.
Un bidón lleno de guiso los esperó a cenar.
A

Antes al amanecer, andaba un asunto asustando a ágata. Ahora aunque ahogue años, amanecía angustiada.

E

En ello empezó escolerizada, entrando en éxtasis. Enamorada. Enloqueció en etapas erradas.
Encantando elefantes elegíacos, eligiéndo elementos eléctrizados en el estante extremo. Enterrándo enormes esculturas expertas en estruéndos enfermos

D

Días duros, dementes, de dicción dolorosa. Distrayéndose da derrames de dosis degeneradas donde dormís destrozada. Diminuta, deja atrás dudas didácticas determinadas dentro de destrucciones decorativas

P

Pesa pensar podrida
Por qué palabra por qué. Pendeja pelotuda permanezco perdida, pico pomelos, plancho poses, puteo pestes preciosas.
Perra, primero percibí pasos, plantá peces pavotes, privilegiá poderes plateados. Pensá poco.
Pensé pedirte paz, peleárte propiamente pálida, perderte.

M

Me mirás mordiéndote muy manoseada. Me matás mirando. Marea morada.
Me miro mezclándo manos más miedo. Merezco manchas mal metidas? Mierda me meo miel. Me mojás melón?



Nota encontrada en el espejo de un ascensor

Por favor: a los usuarios de equipos de aire
acondicionado, controlen la eliminación del
agua que cae en la vereda en la entrada del
edificio, mojando a los que entran y salen,
y sobre las hojas del árbol, salpicando mi ventana.,
lo cual genera una especie de lluvia artificial,
tan acorde con estos tiempos.
Muchas Gracias
Propietaria del 1° “3”

Luis vive en una casa
lejos del centro
cerca del río
de algún pueblo remoto,
perdido, hermoso.
Su caballo
es como su bicicleta 
lo anda por la mañana
se despierta tipo ocho,
y explora campos
calles con tierra,
rutas desérticas.
Saluda en silencio
con la cabeza.
Lo veo entrar
por un sendero
que desemboca
en el río Salado,
observa el caudal
crecido de golpe,
no se pregunta
el por qué.
Nunca se pregunta
el por qué.
Avanza por el lateral
ahora su vista
se dirige hacia
los pescadores
agrupados en la orilla
que no necesitan más que
hacer silencio y matar
hacer silencio y matar.
Alguien lo llama
por su nombre: luis! luis!
la tormenta! atrás!
viene! todo negro!
él no escucha,
pasan ligero las palabras
arrastradas por el viento.


Hay que estar despierta para recibir el ritmo del tiempo.
El ritmo que penetra la mirada anterior a todo concepto.
El ritmo de un corazón estrellado no puede ser una manera de recibir el ritmo del tiempo, y esto es obvio, desde siempre.
El ritmo del tiempo se esmera en decir verdades porque su realidad no existe en la razón
Se lo podrá definir como el ritmo del canto de un pájaro pero el ritmo del tiempo no acepta definición alguna. El lenguaje, digamos que por suerte, lo deja por fuera, libre de pala-bras fuga el ritmo del tiempo hacia otros territorios...
Se lo podría localizar en la infancia, en un charco de un día lluvioso en una provincia de buenos aires, el charco que una atravesaba descalza con su hermana o sola,
aunque el ritmo del tiempo prefiera no ser localizado, y menos tan exactamente.
Sólo se podrá decir que el ritmo del tiempo es compartible con ciertos olores y que
frecuenta algunas mañanas de sol con lluvia y que su mejor naturaleza es ser impredecible.

domingo, 1 de abril de 2012