lunes, 11 de junio de 2012


Prefiero nadar en aguas habitadas de animales subterráneos, luego,
abandonarme un poco a los vientos favorables del verano
en el caso de que éste los traiga.

Un exceso de cordura me da la certeza de la existencia de ningún dios
pero yo descreo del exceso de cordura, del mío.
Creo en el reino de las plantas y animales primitivos más que en mi propio reino,
humano, aunque lo ame irremediablemente.

Estoy sumergida en el mundo
en contacto con las sensaciones
ramificándolas
hasta encontrar el calor
del temprano sol.

 Los restos de las estrellas
sobrevivientes me constituyen

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